Estamos agotados sobreviviendo

Ante la perplejidad de un amigo residente en el extranjero, que no se explicaba cómo con seis millones de parados, no estábamos todo el día en la calle, le respondí, sin pensarlo: Estamos tan agobiados contando cada céntimo para sobrevivir, que no tenemos fuerza para nada más.

Esto es cierto, pero no creo que sea lo único que nos mantiene paralizados.

Si desde que la crisis empezó a cebarse en la ciudadanía, nuestros representantes políticos hubiesen actuado de otra manera, nuestra actitud sería, sin duda alguna,  mucho más animosa.

No hablo sólo de la pérdida de derechos y de poder adquisitivo, hablo de que hubiera sido necesario que nuestros dirigentes fueran personas dignas de confianza, gente que  explicase a sus conciudadanos cómo estaban las cosas, cuanto tendríamos que pagar por ello unos y también otros, esos que hasta ahora se han librado de todo.

En vez de eso vemos como unos pocos se han llevado ingentes cantidades de dinero mientras siguen paseando pr la callle con la cabeza bien alta. De un extremo a otro del país, florecen los mangantes disfrazados de probos ciudadanos, abundan gastos inútiles y el mirar hacio otro lado cuando el sinvergüenza es de los míos está a la orden del día.

Los zapateros remendones han vuelto a su oficio, casi perdido, porque por unos céntimos de euro recorremos los metros necesarios para conseguir estirar el poco dinero de nuestros bolsillos. La publicidad que se deposita en nuestros buzones, antes despreciada, se lee con aviez en busca de la oferta correspondiente…y así un día y otro, sin que podamos vislumbrar esperanza alguna al fin de un camino cada vez más largo y empinado.¿Podremos sobrevivir a todo esto?

Sólo si nuestros dirigentes hubiesen conseguido nuestra confianza podríamos haber soportado los sacrificios que se nos imponen, superando obstáculos como volver a pagar por los medicamentos, la masificaciónn de las aulas, las ruinas, las quiebras y los desahucios. Y no hablemos de las subidas de impuestos…pero no para los más ricos, claro.

Sin esperanza ni ilusión por el futuro ¿a qué podemos asirnos para salir de ésta situación?

Tal y como estamos sólo podemos confiar en nosotros mismos, la ciudadanía.

A través de AAVV, grupos de ayuda, y afectados por las diferentes desgracias que nos asuelan podremos actuar unidos y con la fuerza suficiente para obligar a los partidos políticos a dar la vuelta a un sistema que ya no nos sirve. Hemos crecido como ciudadanos pero el traje con el que vivíamos hasta ahora, se nos ha quedado pequeño. Estamos empezando a ver cómo se rompe por las costuras.Más vale que pongamos remedio o nos quedaremos desnudos y eso, creedme será aún peor.

Julia Pareja

Esta entrada fue publicada en alternativa, Antonio Quero, cambio, paro, recortes y etiquetada , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario