Superar nuestros límites… para ganar el futuro

Ha sido necesario que se publicaran los datos de la Encuesta de Población activa del 4º trimestre de 2012 para que el Gobierno cayera en la cuenta de las dramáticas cifras del desempleo juvenil que alcanza al 55% de los jóvenes en España, pero que en Andalucía llega al 65%. Incluso si, en Andalucía, se piensa en hombres jóvenes el paro supera el 67%.

Intolerable el dato, intolerable lo tardío de la reacción gubernamental e incompresible la ausencia del partido socialista que parece fiarlo todo a la conferencia de octubre sin alterar su agenda de debates ni siquiera ante los movimientos de la Derecha que parecen estar dejándole fuera de juego. El mismo 14 de febrero se anunciaba un acuerdo del Gobierno con los agentes sociales, empresarios y sindicatos, para lanzar una estrategia de empleo juvenil 2012 -2016. Es decir, otra vez más, resultamos irrelevantes para la sociedad. Lo grave es que no contamos ni en lo que es nuestro escenario natural, el mundo del trabajo y la lucha por más y mejor empleo.

Sin embargo, eso no significa que los socialistas no tengan ideas, las tienen, muchas. Las tienen los militantes y los simpatizantes y las debaten en otros escenarios y por otros cauces que superan los límites de unas formas de participación en el interior del partido que se han quedado estrechos y algo anticuados. Ahí está el documento “Bases para el Acuerdo nacional para salida de la crisis”, lleno de ideas modernas y progresistas.

Hay ideas, hay personas, sólo necesitamos que esas personas con ideas den un paso al frente y tomen la iniciativa para renovar el partido, para ganar el futuro, y ese momento ha llegado.

Javier Menezo

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4 respuestas a Superar nuestros límites… para ganar el futuro

  1. Rafa dijo:

    Respecto al acuerdo de bases, indicaros que parece sólido y esperanzador. Discutiéndolo con otros compañeros, para ver su viabilidad, he llegado a una serie de dudas que os expongo. En primer lugar indicar que los ejes 2, 3 y 4 están claros, pero las dudas surgen en el auténtico centro del problema, el eje 1. Entiendo que si realmente no tuviéramos esas cifras de paro no tendríamos quizás el enorme «crunch» que vivimos. Pero ésto se ha debido principalmente a la caída del motor productivo de nuestro país. Por ello creo que debería de acompañarse de un programa de transformación empresarial que filtre a los sectores que serán realmente productivos y podrán absorber a los trabajadores que se colocarán. Intentando incentivar a las empresas que serán productivas y viables (a través de los programas de colocación del eje 1) es como otras querrán sumarse a dichos sectores.
    Importante implementar un programa de formación serio para los trabajadores, y dejar ya los típicos cursos para cubrir cuotas de subvenciones, como algo del pasado. Como trabajador y parado (voy alternando) es desesperanzador ver los cursos que se proponen actualmente, quizás el 75% no sean aptos para personas con una cierta formación, y para las personas que no la tienen tampoco les va a servir como cualificación. Incluiría en los «contratos de rotación», que fuera obligatorio a las personas que van a ser sustituidas, un curso específico según el sector, para hacerlo en su período de descanso. Así mismo acompañaría la obligación de los trabajadores del eje 1 a que fueran formados complementariamente, y no como una opción. Creando una especie de contrato de 40 horas pero del que al menos 10 fueran de formación obligada. La formación debe ser el eje principal para crear un tejido productivo que no necesite ayuda.
    Por lo demás creo que da mucha esperanza.

    • Buenas tardes

      Básicamente estoy de acuerdo con lo que dices Rafa y creo, además, que esa idea está implícita en el eje 1 que ha señalado el documento., aunque sin excluir ningún espacio que pueda generar empleo.

      Es innegable que un parte importante del crecimiento del paro se debe al hundimiento de un sector, el inmobiliario, que había alcanzado un tamaño insostenible y que no volverá a los niveles que tuvo, lo que además no sería deseable. Por tanto, un porcentaje significativo del sector productivo tendrá que pasar de la construcción a otros sectores más orientados a la demanda externa. La mejora de las exportaciones está siendo, de hecho, el único balón de oxigeno en una economía como la nuestra que se centró en demasía en el consumo interno (de casas, por ejemplo).

      Hay más factores que nos deben hacer reflexionar. Por ejemplo, España produce hoy lo mismo que en 2006, pero con 3 millones menos de trabajadores enfrentándonos a la cuestión de la productivad, y, que duda cabe, que otra parte del crecimiento del desempleo vino de unas estructuras del mercado laboral deficientes que hicieron recaer el peso del ajuste en el empleo. Las diversas reformas laborales han intentado justificarse, precisamente, en esta cuestión ¿el momento y el calendario de su implantación era el más adecuado una recesión? Los miles de parados de 2011 y 2012 son la mejor respuesta.

      Pero todo esto nos lleva a lo que defiende Rafa y el documento de bases: Para crecer de forma sostenida debemos cambiar el modelo económico, ello requiere planes a largo plazo, que apoyen la inversión en I+D+i y a las empresas exportadoras e innovadoras ( lo que no significa castigar a las demás ) y exige mejorar la formación, no recortarla, para orientar a los trabajadores para nuevos empleos. De lo contrario corremos el riesgo de convertir en estructural el desempleo cíclico. Pondré un ejemplo: si la gente deja de comprar casas y prefiere comprar armarios, sobrarán albañiles y faltarán carpinteros. Pero un albañil no podrá trabajar de carpintero, necesita formarse para esos puestos del futuro, de lo contrario acabará conviviendo durante muchos años altas tasas de desempleo con puestos de trabajo sin cubrir por falta de personas capacitadas para ello.

      Desgraciadamente el recorte en educación, formación e I+D, junto con la desastrosa gestión de las políticas activas de empleo, como bien denuncia Rafa, no contribuyen a mejorar la situación. Pondré otro ejemplo: el PREPARA. Se quiere presentar como una política activa de empleo que requiere acciones de inserción ( precioso todo y queda bien en los mítines) La realidad es que en un sólo día una persona se recorre 9 tiendas, o bares con su curriculum para que le pongan un sello y se va a la oficina a pedir el PREPARA. Las empresas, los trabajadores, parados y la sociedad concluye que las políticas activas de empleo son un inútil y engorroso trámite para cobrar el paro y que además todo es fraudulento.

      Creo muy acertado que el documento de Bases no contemple subvenciones a la contratación en la línea de lo que actualmente estamos viendo: una especie de carrera para ofrecer subvenciones a la contratación de jóvenes y, peor aún, más contratación temporal, cayendo en los mismos errores que hemos vivido durante 30 años, y que serán de dudosa eficacia. Porque claro, se nos dirá que al permitir el contrato temporal para jóvenes que se anuncia ( es decir, sin causa) se habrán hecho XXX ¿supondrá que el empleo se incrementa en ese XXX o más bien que el empleo se desplaza y el empresario que ya tenía decida una contratación contrata a quién el parece más barato?

      • Rafa dijo:

        Ciertamente la subvención no es el camino, sino que debería serlo el incentivo. Las medidas para la contratación de jóvenes sólo desplaza (como muy bien indicas) la segmentación laboral.
        Por otra parte si echo de menos una buena reforma fiscal que incentive realmente la contratación. Que la carga fiscal media de una empresa esté en torno al 30%, sin definir realmente y seriamente cual es la finalidad de la misma o como realiza su inversión y a donde van sus beneficios, es algo que aún nos queda pendiente de revisar. Con una reforma fiscal aumentando muchísimo más la presión en las empresas, y acompañada a su vez de unas reducciones fortísimas fiscales en relación a una ratio «beneficio- coste/número de empleados» creo que automáticamente activarían el empleo. Si te sale más caro tener muchos beneficios que muchos trabajadores emplearás más gente, aunque sea por no tener que pagar muchos más impuestos. Cierto que la deslocalización planea sobre esta idea, pero ya campa a sus anchas ahora mismo.
        Personalmente soy de los que piensan que si un capital no crea trabajo y solo crea réditos, mejor se lo lleven a otro lado. Estoy harto de escuchar que el capital es cobarde, que huye de las inestabilidades, por ello creo que si en un principio podría ser contrario, al final sería beneficioso… pero bueno, no soy licenciado en económicas, quizás esté equivocado, es sólo una impresión lógica.

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